La celulitis, sin duda alguna, es uno de los principales problemas que afectan a la mujer a lo largo de su vida. Antes de comprender de qué se trata técnicamente la celulitis, cabe informar que se estipula que un 90% de ellas la padecen, a partir de la post-adolescencia en adelante.
Aún así, no es un problema pura y exclusivamente femenino, ya que se han registrado casos, pocos, pero se han registrado al fin, de hombres que padecen celulitis.
La celulitis tiene tendencias a desarrollarse en ciertos momentos de la vida que hacen más vulnerable a las mujeres, tales como la pubertad, el embarazo o la pre menopausia. Sin embargo, luego del embarazo, el período de lactancia maternal favorece su desaparición y además previene su aparición.
Hay varios tipos de celulitis, y cada una actúa de una forma distinta. Según los expertos la celulitis se clasifica en celulitis generalizada, celulitis localizada, celulitis dura, celulitis fláccida y celulitis edematosa.
- Primer ejercicio
El propósito de este ejercicio es el de fortalecer los músculos abductores y los glúteos. Tumbada en el suelo, boca arriba, con las piernas cerradas y sosteniendo una almohada entre ellas y los brazos en el abdomen, relajados. El movimiento consiste en juntar las piernas en el centro y contraer los glúteos, subiendo las caderas.
- Segundo ejercicio
Ejercicio especialmente diseñado para fortalecer los glúteos. A cuatro patas, con los brazos semiflexionadas y apoyados en el suelo. Mientras se mantiene una rodilla apoyada en el suelo, se levanta la otra pierna, extendida, hasta la altura de la cadera. De esta forma, se contrae el glúteo firmemente. No conviene elevar la pierna más arriba de la línea de los hombros y hay que mantener firme los abdominales para no flexionar la zona lumbar.
- Tercer ejercicio
Con el tercer ejercicio se fortalecen los músculos del cuadriceps, los isquiotibiales y los glúteos. Se comienza el ejercicio de pie, con una pierna un poco más adelantada y un poco flexionada y con la espalda recta. A partir de ahí se va alternando el movimiento de semiflexión de las rodillas. Es conveniente evitar flexionar la postura hacia abajo, para no viciarla.
- Cuarto ejercicio
Parecido al tercer ejercicio, éste también fortalece los músculos del cuadriceps, los isquiotibiales y los glúteos. Se comienza el ejercicio de pie, con una pierna delante de la otra y profundamente flexionada y con la espalda recta. A partir de ahí se va alternando el movimiento de flexión de las rodillas, que es de casi 90 grados por cada pierna.
- Quinto ejercicio
Utilizado para fortalecer los músculos abductores, los cuádriceps y los glúteos. De pie, con las piernas separadas y los pies mirando hacia afuera levemente. El tronco debe estar recto y las manos, en la cadera. Moverse flexionando las rodillas hasta los 90 grados y evitando la flexión del tronco.
- Sexto ejercicio
El último de los ejercicios también está encaminado a mejorar los abductores, cuádriceps y glúteos. De pie, con las piernas separadas y los pies mirando hacia afuera levemente. El tronco debe estar recto y las manos, en la cadera. Moverse flexionando las rodillas, trasladando el peso del tronco a las rodilla flexionada, mientras la otra pierna permanece extendida. Alternar.
Dependiendo del nivel y la condición física, hay que ir aumentando progresivamente el número de series y de repeticiones.
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