La hidrolipoplasia
El tratamiento se empieza realizando la historia exhaustiva del paciente, comprobando si existen comportamientos de ansiedad o compulsión en la comida. En su caso, se deberán controlar con medicina natural, acupuntura, homeopatía o auriculoterapia. Además, se realiza un control de la dieta y, en los primeros días, se impone una dieta depurativa para sanear el aparato digestivo, ya que se eliminará la grasa por vía interna.
Posteriormente, se realizan movilizaciones del tejido graso con dermosucción y masaje.
Al cabo de dos días, se realiza una mesoterapia, bien virtual o con aguja, con un cóctel variado de productos lipolíticos (como la cafeína o la L-carnitina), drenantes y depurativos (como la alcachofa) y disolventes de la grasa (como la fosfatildicolina). Es posible incluir algún producto de homeopatía, siempre en función de la historia del paciente.
En los días siguientes, se vuelve a movilizar el tejido, realizando un tratamiento adelgazante por todo el cuerpo, ya que las grasas se deben eliminar por vía renal.
Con este tratamiento se produce un fenómeno llamado cavitación, en el que las células grasas se convierten en electrolitos que, posteriormente, son evacuados por la orina.
La hidrolipoplasia da resultados espectaculares en adiposidades locales y lipodistrofias severas.
Recomiendo Visitar:
0 comentarios:
Publicar un comentario